El pasado mes de febrero se conmemoró mundialmente el día de los humedales y muchos portales se hicieron eco de su importancia. 

Los humedales se definen como áreas que permanecen en condiciones de inundación o con suelo saturado con agua durante períodos considerables de tiempo.

Todos los humedales comparten una propiedad primordial: el agua es el elemento clave que define sus características físicas, vegetales, animales y sus relaciones. 

Pero ¿por qué es tan importante cuidarlos? Los humedales figuran entre los medios más productivos del mundo. Son cunas de una gran biodiversidad, fuentes de agua y productividad de innumerables especies. Son también grandes depósitos de material genético vegetal. Por ejemplo, el arroz es una especie común de los humedales y el principal alimento de más de la mitad de la humanidad.

Los humedales y la importancia de su conservación

Los humedales reportan beneficios económicos enormes, como por ejemplo: abastecimiento de agua (cantidad y calidad); pesca (más de dos tercios de las capturas mundiales de peces están vinculadas a la salud de las zonas de humedales costeras y continentales); agricultura, gracias al mantenimiento de las capas freáticas y a la retención de nutrientes en las llanuras aluviales; producción de madera; recursos energéticos, como turba y materia vegetal; recursos de vida silvestre; transporte; y posibilidades de recreación y turismo. 

Además, poseen atributos especiales como parte del patrimonio cultural de la humanidad: están asociados a creencias religiosas y cosmológicas, constituyen una fuente de inspiración estética, sirven de refugios de vida silvestre y de base a importantes tradiciones locales.

Existen distintos tipos  de humedales que se engloban en los siguientes grupos:

  • Humedales fluviales o ribereños: son naturales y dulceacuícolas, formados por ríos, arroyos y cascadas.
  • Lacustres: lagos y lagunas naturales de agua dulce.
  • Palustres tropicales: incluye manantiales, oasis, bosques pantanosos, selvas inundables, ciénagas y pantanos permanentes o estacionales. Todos ellos de origen natural y de agua dulce.
  • Humedales marinos: estos humedales naturales de agua salada incluyen todo ambiente de aguas marinas someras, así como playas rocosas, de arena y de grava.
  • Estuarios: las aguas saladas estuarinas de origen natural forman a veces pantanos de agua salada y áreas de manglares.
  • Humedales lacustres/palustres de agua salada: incluye lagos y lagunas costeras salobres de origen natural.
  • Humedales artificiales: estos humedales son el resultado de obras antrópicas realizadas con el objetivo de almacenar o controlar cierto volumen de agua, como son los embalses y las presas.

Respecto a su cuidado y de lo que se hizo a lo largo de la historia para su protección podemos mencionar la Convención sobre los Humedales como el más antiguo de los modernos acuerdos intergubernamentales sobre el medio ambiente. El tratado se negoció en la década del ´60 entre países y organizaciones no gubernamentales preocupados por la creciente pérdida y degradación de los humedales. Se adoptó en la ciudad iraní de Ramsar en 1971 y entró en vigor en 1975. 

En la Argentina, se han designado hasta el presente 23 Sitios Ramsar, que abarcan una superficie total de 5.687.651 hectáreas de ambientes diversos, tales como lagunas altoandinas, zonas costeras marinas, lagunas endorreicas, turberas y llanuras de inundación, entre otros. ¿Qué significa que un sitio sea Ramsar? Que se promoverá a través de acciones nacionales y la cooperación internacional su conservación y uso racional.

Seguramente si vivís en Argentina habrás escuchado alguna vez de la necesidad de una ley de humedales. ¿Qué significa esto? Un paso importante para protegerlos y sancionar a los que no lo hagan. Aún se encuentra en el Congreso de la Nación el proyecto de ley esperando ser aprobado. Una ley que además de sanciones económicas incluye la necesidad de realizar un inventario nacional de humedales porque en Argentina no se sabe con exactitud cuántos hay, su extensión ni su estado de conservación y destrucción.

Entre las causas de degradación de un humedal figuran:

  • El uso de agrotóxicos.
  • La actividad minera.
  • La sobreexplotación de bienes naturales.
  • El desarrollo industrial e inmobiliario, las especies invasoras y el desecho de residuos mal tratados.
  • La ampliación de la frontera agrícola.
  • Desechos tóxicos de industrias no tratadas.

Mientras se espera la sanción definitiva de una ley que los proteja, ¿Qué podes hacer desde tu lugar? Cuando visites un humedal, recoge la basura que puedas, juntala en bolsas y ponela en los lugares destinados para ello.  Respeta a los seres vivos que son parte del hábitat, tanto animales como vegetales, no los destruyas ni captures o molestes.

 

Fuentes consultadas

Sitios web:

www.ramsar.org

www.argentina.gob.ar

www.nuestromar.org

www.greeenpeace.org
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